Para qué practicar Control Mental El control de la tensión nerviosa es solo uno de los múltiples motivos por los cuales alguien puede desear practicar control mental, pues también lo podría hacer para: Quitarse dolores tensionales sin tomar ninguna clase de medicamentos Dormir sin tomar píldoras para el insomnio Combatir los hábitos indeseables (como fumar en exceso, comer en forma indebida, beber en exceso, etc.) Aprender a no dormirse sin tener necesidad de tomar anfetaminas, fuertes dosis de café, té u otros excitantes Despertarse mediante el propio autocontrol del sueño sin pasar por el efecto excitante del despertador Calmar otro tipo de dolores no tensionales mediante un adecuado control de los ciclos cerebrales Mejorar las relaciones con nuestros semejantes Pasar más fácilmente un examen Conseguir más fácilmente un empleo o trabajo Conseguir pareja Quedarse embarazada Aprender a ser positivo Controlar miedos Liberarse de la depresión Mejorar la capacidad de memoria y concentración Ganar más dinero Etc. Podrá verse también como el cerebro es un órgano ciertamente paradojal, pues en cierta manera funciona al revés que el resto del organismo. Supongamos que yo deseo sacar el máximo provecho de un músculo... ¿Qué es lo que me conviene hacer? Pues usarlo la mayor cantidad de veces posible, hacer gimnasia y si es posible con sobrepeso; y al poco tiempo veré como mi masa muscular aumenta y mi fuerza junto con ella; es decir, que los músculos funcionan mejor cuanto más trabajan, pero el cerebro funciona mejor cuanto más bajo es su ciclaje. Esto que primera impresión resulta raro se podrá comprender fácilmente con un ejemplo. Pensemos en un estudiante que tenga que dar un examen, y supongamos que es un excelente estudiante que estudia todos los puntos de todas las bolillas, y se presenta a la mesa examinadora; pero cuando así lo hace, se comienza a poner nervioso de tal manera que entonces sufre una "laguna", el blanco total de su mente; y como consecuencia de ello lo aplazan. Este estudiante luego de un cierto lapso, cuando comienza a calmarse, pensando en su examen se dice: "pero si el gráfico que me pidieron que dibuje es el mismo que vimos en la semana pasada, que era así, así y así; y esa otra pregunta que me hicieron... pero si era ese cuadro sinóptico que decía tal y tal cosa"; y entonces se da cuenta que sabía todas y cada una de las respuestas, a las mismas preguntas que antes no pudo contestar. Y si sabía las respuestas, ¿Porqué le fue mal?. Lo aplazaron pues cuando fue a dar su examen abandonó sus veinte ciclos cerebrales habituales, y dejó de funcionar en niveles mentales centrados y armoniosos, pasando a una situación de bloqueo, provocada por su des - sincronización y niveles cerebrales más altos. Este ejemplo nos deja ver bien, como hay cosas que puedo hacer o saber muy bien a veinte ciclos cerebrales, pero no las puedo hacer o saber cuando tengo más ciclos. De la misma forma, cuando mi cerebro funciona a catorce ciclos, estaré mejor que a veinte y a diez mejor que a catorce. Es decir que nuestro cerebro funciona mejor, cuando más bajo es su ciclaje. Si nos ponemos a analizar el funcionamiento normal del ser humano, no podemos menos que sorprendernos con la ironía de saber que durante nuestra vigilia normal, estamos con veinte ciclos cerebrales; que por debajo de los veinte ciclos y hasta los catorce, nos adormecemos o estamos solo medianamente despiertos, y que por debajo de los catorce ciclos nos dormimos y entramos en un sueño cada vez más profundo, cuanto más bajos sean nuestros ciclos cerebrales. Pero cuando bajamos de los catorce ciclos cerebrales, es decir cuando nos quedamos dormidos, es cuando funciona a pleno la fuerza de nuestro subconsciente. O sea que tenemos nuestra máxima potencia mental, precisamente cuando no la podemos usar. Por eso cuando alguien se interesa en practicar control mental para encarar más exitosamente alguno de los temas mencionados precedentemente, entonces se ha aproximado al Control Mental atraído solo por los beneficios adicionales que se pueden esperar del mismo. Pero no está teniendo en consideración la médula, el verdadero valor de estudiar Control Mental, que está en el mejor aprovechamiento de nuestra capacidad de comunicación subjetiva (o comunicación subconsciente) para el menor manejo de nuestra vida, o tal vez debiéramos decir, para lograr sacarle a la vida lo que nosotros esperamos de ella. Cuando se aprende a entrar a los niveles cerebrales Alfa conscientemente, se puede decir que por primera vez en nuestra vida de adultos, tenemos la posibilidad de tener funcionando conjuntamente y en la misma dirección, ambas mentes; nuestra mente consciente y nuestra mente interior o mente subconsciente. Y en ese momento, tal vez por primera vez en nuestra vida, podremos tomar el auténtico control de nuestra existencia, y decirnos: "quiero ir hacia allá" e ir exactamente hacia allá, y no salir caminando en sentido contrario, como muchas veces sucede, pese a nuestros mejores propósitos. Escrito por el Dr. Roberto A. Bonomi